Puede influir en el rendimiento y derivar en problemas de salud.
Los trabajadores de oficinas y espacios de trabajo compartidos están continuamente expuestos al ruido. Estos sonidos cotidianos –que ya están casi tan interiorizados que ni nos percatamos de ellos- producen importantes efectos negativos en las personas que se traducen en problemas en su rendimiento y en su salud.
En primer lugar cabe destacar que en estos lugares se pueden distinguir dos tipos de ruidos:
- Ruidos procedentes del interior. Aquí tienen cabida las conversaciones telefónicas, el ruido del aire acondicionado, el sonido de las teclas, el movimiento de las sillas, los sonidos de tacones y zapatos o el ruido de la maquinaria de oficina (fotocopiadoras, faxes…).
- Ruidos procedentes del exterior. En este caso se trata del sonido del tráfico (sirenas, camiones, autobuses, coches…), obras o el murmullo que producen los viandantes a su paso. Estos problemas se agravan especialmente en los meses de verano en aquellos lugares en los que no existen instalaciones de aire acondicionado y hay que dejar abierta la ventana.
Según un informe de la compañía de centros auditivos Oi2, los sonidos de los teléfonos, los faxes, las impresoras, las conversaciones de los compañeros de trabajo, el aire acondicionado y el sonido de las teclas de los ordenadores son los ruidos más molestos para los trabajadores de una oficina. De acuerdo a la Ley del Ruido, un espacio de trabajo no debería superar los 45 decibelios. Una simple conversación hablada ya está por encima de este límite.
Cómo afecta el ruido al trabajador
El ruido en oficinas y centros de trabajo tiene consecuencias directas sobre el rendimiento del trabajador. La más inmediata es la reducción de su concentración. Los trabajadores expuestos a ruidos continuos en su lugar de trabajo son menos efectivos en sus tareas laborales.
Sin embargo, ese no es el principal problema. Una persona puede permanecer en su espacio de trabajo más de ocho horas diarias, lo que supone más de 40 horas semanales y más 160 mensuales. Esos trabajadores expuestos durante tantas horas a altos niveles de ruido pueden sufrir también problemas de salud.
Pérdida de audición por ruido constante en el trabajo
La pérdida auditiva como consecuencia del ruido es la enfermedad profesional más común en Europa y representa, aproximadamente, una tercera parte de las enfermedades de origen laboral, según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Pero este no es único problema que puede sufrir un trabajador que cada día ha de soportar niveles superiores al umbral de comodidad acústica en una oficina. Otros peligros son:
- Insomnio
- Estrés
- Alteraciones en el aparato digestivo y en el sistema circulatorio
- Incremento del riesgo de accidentes laborales.
- Problemas de comunicación oral.
Cabe destacar también el riesgo al que se enfrentan las mujeres embarazadas. La exposición a niveles de ruido prolongados en el caso de trabajadoras en período de gestación puede ocasionar problemas en el feto y un aumento de la presión sanguínea y del cansancio en la madre.
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