La velocidad de propagación de una onda sonora depende de las características del medio en el que ocurre la propagación y no de las características de la onda ni de la fuerza que la genera. La velocidad de propagación de las ondas sonoras es también conocida como la velocidad del sonido, y en la atmósfera terrestre a una temperatura de 20ºC , ésta es de 343 metros por segundo.
La velocidad del sonido varía en función del medio en el que se transmite, y la forma en que se propaga en un medio puede ayudar a entender mejor algunas de las propiedades de ese medio de transmisión. La velocidad del sonido también varía cuando se producen cambios de temperatura en el medio en el que se transmite. Esto se debe a que un aumento de la temperatura ocasiona un aumento de la frecuencia con que se producen las interacciones entre las partículas que transportan la vibración, lo que se traduce en un aumento de la velocidad de la onda.
Generalmente, la velocidad del sonido es mayor en los sólidos que en los líquidos mientras que en estos últimos es superior con respecto a los gases. Esto se debe a que mientras más sólida es la materia, los enlaces atómicos en ella tienen mayor grado de cohesión favoreciendo así la transmisión de la onda sonora.
La velocidad con que se transmite el sonido depende principalmente de la elasticidad del medio en que se transmite. Por elasticidad se entiende la capacidad para recuperar su forma inicial.