Mapa del ruido de las ferias y fiestas del verano. La fiesta no termina a la misma hora ni al mismo volumen en todas las ciudades
En Bilbao la fiesta continúa hasta las 8:00h y ponen el límite en 95dB, mientras que ciudades como Ceuta y Melilla establecen el límite en 75dB
¿Podemos medir el ruido de las ferias y fiestas del verano? Las ferias y fiestas oficiales españolas terminan a horas diferentes según el ayuntamiento que lo legisla. Desde las 2:30 hasta las 8:00h, en función de si la zona de fiesta se sitúa cerca del centro urbano o a las afueras, es el margen horario para las distintas celebraciones de este verano. Además, también depende del ayuntamiento en cuestión el nivel máximo de ruido permitido, variando desde los 75 a los 95dB. aislamiento acústico para gimnasios Granada
En Aistec hemos elaborado el ‘Informe del Ruido – Especial Ferias y Fiestas de Verano’ (#RuidoFerias) con el fin de estudiar el impacto del ruido en estas fechas tan señaladas. Además, ponemos de manifiesto las diferencias que existen entre las distintas normativas vigentes. Para ello hemos tomado como referencia las ferias y fiestas celebradas en verano, y analizado las ordenanzas y decretos que las regulan para lograr el confort acústico y el descanso de la población.
Tras el estudio de la totalidad de los decretos autonómicos y de las ordenanzas municipales de 11 capitales de provincia que celebran sus fiestas durante el verano, queda patente que existen claras diferencias entre Comunidades Autónomas y ciudades. Los horarios más restrictivos perjudican a los empresarios hosteleros de la zona, a los empresarios especializados en celebraciones de este tipo y a los asistentes a la fiesta, que disfrutan de menos horas de ocio. Por otro lado, los horarios más permisivos perjudican a los vecinos de la zona, que no pueden conciliar el sueño, y a los empresarios de la zona cuya ocupación no está relacionada con la celebración.
En relación a las diferencias existentes, cabe señalar el horario de aquellas ciudades cuya celebración se hace únicamente en la calle, como ocurre en el caso de Madrid, donde el horario nocturno es más restrictivo (hasta las 2:30h), y aquellas que acondicionan un recinto ferial alejado de la ciudad, como pueden ser Málaga o Bilbao. En el segundo caso, el horario de cierre oscila entre las 6 y las 7 de la mañana (salvo en Bilbao, que la fiesta se alarga hasta las 8:00h).
En algunas ordenanzas se establece una hora para el corte de la música y otra para el cese total de la actividad, como es el caso de Almería y Bilbao. Sin embargo, como indica Francisco Javier Muñoz, presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbao, las quejas se producen porque “muchos establecimientos hosteleros sobrepasan el horario establecido”. Además, el horario de cierre no impide en muchas ocasiones que los asistentes permanezcan más tiempo celebrando en la calle.
Distintos niveles de ruido
Tampoco coinciden los niveles máximos de decibelios permitidos. La mayoría lo establece en 85dB hasta las 1:00h, y en 70 dB a partir de esta hora. Sin embargo, en el caso de Bilbao, el límite aumenta hasta los 95dB –y hasta las 5:00h- para aquellas casetas situadas más lejos del centro de la ciudad, y bajaría a 85dB a partir de las 5:00h. Las más restrictivas en este sentido serían Ceuta y Melilla, que establecen el límite en 75dB.
Las únicas ciudades (de las analizadas en el informe) que regulan específicamente un corte de horario por la tarde –debido a su celebración en el centro de la ciudad- son Málaga (18:00h) y Almería (17:30h y corte de música a las 17:00h). A partir de esa hora en estas ciudades la fiesta se traslada al recinto ferial, situado a las afueras de la ciudad. En el caso de Málaga, se excluye de este horario a los establecimientos hoteleros, que pueden continuar la actividad siempre que no superen los niveles de ruido establecidos.
Antonio Jiménez, director gerente de Aistec, considera de vital importancia proteger las zonas residenciales o comerciales más sensibles. “Se debe trabajar en controlar los niveles de ruido de las fuentes sonoras, el reparto de la concentración de personas en zonas alejadas de áreas residenciales y el empleo de elementos como pantallas acústicas para proteger las zonas más sensibles”.
